¿Será el futuro humano?
- Los dueños de los datos serán los que dicten el futuro de la humanidad.
- Científicos está desarrollando tecnologías para hackear nuestro cerebro y cuerpo.
Davos, Suiza. 3 febrero, 2018. Por décadas los científicos han soñado en convertir al ser humano en un súper ser capaz de realizar actos impresionantes. De ahí el éxito en la pantalla grande de héroes como Superman, el Hombre Araña, Hulk, Thor, Los 4 Fantásticos, Los Increíbles, Iron Man, … y la lista es larga.
Bueno una década atrás todos ellos solo estaban en nuestra imaginación y en las películas de ciencia ficción. Pero ya no más, los avances tecnológicos alcanzados en los últimos años han logrado unir máquinas con seres humanos, e incluso lo que es más alarmante el erradicar a la humanidad y reemplazar a los homosapiens con nuevas especies que fueron desarrolladas en laboratorios científicos.
Ademas se han desarrollado tecnologías de vigilancia súper sofisticadas para identificar a las personas mediante identificadores biométricos para seguir sus movimientos en el mundo, para monitorear las comunicaciones e incluso escuchar dentro de nuestras cabezas y saber que estamos pensando. Los dos países que llevan por lejos la delantera en estos desarrollos son los EE.UU. e Israel, seguidos de cerca en un tercer lugar por China. El año pasado el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo que “quien controle la IA (Inteligencia Artificial) será quien gobierne el mundo”.
La semana pasada durante el World Economic Forum 2018 realizado en Davos, Suiza Yuval Noah Harari, profesor del Departamento de Historia, de la Universidad Hebrea de Jerusalem en Israel realizó su presentación “Will the Future Be Human?”, dejando a la audiencia asombrada y sin palabras. También fue posible detectar la preocupación y aflicción en el profesor Harari, por lo que él sabe que se está desarrollando en los centros mundiales de I+D, laboratorios científicos, agencias gubernamentales y que se manifestaran pronto, según sus propias palabras en “los próximos 5 a 10 años”.
El profesor Harari también es autor bestseller de varios libros, entre ellos “Homo Deus” donde expone sobre la reingeniería del ser humano. En su presentación en Davos, Harari advirtió que nosotros podríamos ser la ultima generación de seres humanos en el mundo.
“Quiero hablarles sobre el futuro de nuestra especie, y en realidad el futuro de la vida. Probablemente nosotros seamos la ultima generación de homosapiens”, dijo Harari. El profesor basa su predicción en los avances en transhumanismo, avances en bioingeniería, IA y el aprendizaje automático o aprendizaje de máquinas, que nos van a convertir en súper hombres.
“Al hackear organismos la élite puede que logre, mediante la bioingeniería, definir el futuro de la vida. Porque una vez que se interviene o hackea algo también se puede redefinir su diseño original”. Harari lo que está explicando es que dado que las personas tendrán en el interior de sus cuerpos microsensores, éstos permitirán identificar y marcar el ADN de cada persona, permitiendo a los programadores de computadores y agencias de gobierno tener acceso a lo que sucede dentro de nosotros, permitiéndoles conocer que es lo que estamos pensando al analizar la bioquímica e interacciones internas de nuestro cerebro.
También los científicos pueden conocer exactamente quiénes son nuestros amigos solo con un escáner cerebral. Esto lo dio a conocer un estudio hecho recientemente y publicado en la revista Nature Communications. Con solo un par de videos y un MRI todo sale a la luz.
Muchas veces, con solo hablar o leer sobre alguien podemos imaginarnos el ser su amigo. Puede ser porque nos guste su forma de ser o pensar o tengamos los mismos gustos. Es difícil que se logre una conexión genuina con alguien con quien no compartamos nada.
El grupo de investigadores usó a 42 estudiantes de escuelas de negocios y los puso dentro de una máquina de resonancia magnética. Mientras los jóvenes se encontraban ahí, les mostraron un total de 14 videos. El escáner registraba su actividad cerebral con cada uno de los videos; yendo desde filmes de animales bebés, videos musicales hasta astronautas.
Gracias a los patrones cerebrales registrados por los dispositivos; los científicos pudieron saber qué estudiantes eran amigos y cuáles eran solamente compañeros de clases.
“La similitud neuronal se asoció con un incremento dramático en la probabilidad de amistad. (…) Estos resultados sugieren que somos excepcionalmente similares a nuestros amigos en la forma en que percibimos y respondemos al mundo que nos rodea”, según los investigadores de UCLA y Dartmouth College.
Bien dicen que “Dios los hace y ellos se juntan”; ahora ese dicho popular ha quedado confirmado. El equipo de investigadores comenzó con un grupo de 279 estudiantes de la Escuela de Negocios Tuck de Dartmouth. A cada uno de ellos se les preguntó cuáles de sus compañeros eran sus amigos. Para el estudio se usaron a los 42 jóvenes que se nombraron entre sí.
Con esas respuestas, los científicos crearon una red social dentro de esta escuela. Después, al momento del estudio se les pidió que mintieran y no revelaran su amistad. Fue entonces cuando les mostraron videos durante poco más de media hora. Dichos videos fueron cuidadosamente elegidos para lograr evocar las emociones de los jóvenes.
Por ejemplo, se les mostró el video musical de la canción “All I Want” de Kodaline. Esta canción era clave, porque mientras unos la considerarían “bonita” o “sentimental”, otros solo la verían como increíblemente cursi.
Harari pregunta, “¿por qué son los datos tan importantes? Porque hemos alcanzado el punto en que podemos hackear no solo a los computadores, sino que ahora podemos hackear a los seres humanos y a otros organismos, y para lograrlo necesitamos dos cosas, mucho poder computacional y muchos datos, especialmente datos biométricos. No datos de lo que compro, dónde voy, o qué es lo que hago, sino que más bien datos de lo que está sucediendo dentro de mi cuerpo y dentro de mi cerebro. Hasta hace pocos años no era posible hackear a la humanidad, porque no teníamos el poder computacional, pero hoy sí. Incluso si la KGB de la Unión Soviética o la Inquisición Española nos siguiera dondequiera que fuéramos 24/7, observado todo lo que hiciéramos, escuchando todo lo que dijéramos, no tuvieron el poder computacional y el conocimiento biológico necesario para entender que es lo que estaba ocurriendo dentro de nosotros, para entender como nos sentimos, y que es lo que pensamos, y que es lo que queremos. Pero esto está ahora a nuestro alcance”.
“Gracias a dos revoluciones simultaneas, por un lado los avances en las ciencias de la computación, especialmente en IA y aprendizaje automático nos están dando el poder computacional necesario, y por otro lado los avances en biología y en la ciencia que estudia el cerebro nos están dando el entendimiento biológico necesario”.
Harari aquí nos revela que antes no conocíamos lo que sucedía realmente dentro de nuestro cuerpo, hasta que fuimos capaces de fusionar estas dos áreas del conocimiento humano.
“Realmente podemos resumir 150 años de investigación biológica desde Darwin en cuatro palabras: los organismos son algoritmos. Este es el gran conocimiento de las ciencias modernas. Los organismos sean virus, manzanas o humanos, realmente son solo algoritmos bioquímicos y nosotros estamos entendiendo como descifrar estos algoritmos”.
“Toda vida, sean dinosaurios, amibas, tomates o humanos estaba sujeta a las leyes de la selección natural y las leyes de la bioquímica orgánica. Pero esto cambiará pronto, la ciencia está reemplazando a la evolución por selección natural con diseño inteligente. No el diseño inteligente del Dios de la Biblia, sino que más bien nuestro diseño inteligente, y el diseño inteligente de nuestras clouds, la cloud de IBM, la cloud de Microsoft, estás son las nuevas fuerzas de la evolución”.
“Estamos ingresando a la era de la vida inorgánica definida por diseño inteligente. Por esta razón es que el control y propiedad de los datos es tan importante. Si no definimos leyes que los regulen una muy pequeña élite puede que controle no solo el futuro de la sociedad humana, sino que las nuevas formas de vida que se crearan en el futuro”.