Samsung cae en bolsa tras anunciar que no fabricará el Galaxy Note 7
- Podría dejar de vender unos 20 millones de teléfonos.
- Las acciones de la compañía retrocedieron un 8%, convirtiéndose en la mayor caída diaria desde 2008 y evaporándose US$ 18.800 millones de capitalización.
Seul, Corea del Sur. 11 octubre, 2016. Tras el anuncio del gigante asiático Samsung Electronics de dejar de fabricar su modelo Galaxy Note 7 las acciones se hundieron un 8% en la Bolsa de Seúl. La compañía decidió esto tras detectar fallas en las baterías que provocaban incendios en los terminales móviles.
Los inversionistas interpretaron que la caída del gigante surcoreano debido a las baterías defectuosas de sus teléfonos podría beneficiar a las ventas de Apple, lo que favoreció los avances de sus proveedoras niponas Murata Manufacturing (2,9%) y Fanuc (3,1%).
La semana pasada dos de los grandes operadores de telefonía móvil en Estados Unidos, AT&T y T-Mobile US, dejaron de vender las nuevas unidades del Note 7 -teóricamente no afectadas por la avería- ante los cinco nuevos casos de incendio que se han reportado en ese país.
En Europa, donde estaba previsto que las ventas del terminal se retomasen el 28 de octubre, ya el lunes, tras el anuncio del cese de producción, Vodafone y Orange anunciaban la interrupción de las preventas de los dispositivos, una suspensión que Samsung solicita hoy que operadoras y minoristas realicen en todo el mundo.
Por esta cancelación definitiva de la producción del Galaxy Note 7 se calcula que Samsung podría dejar de vender en torno a unos 20 millones de teléfonos previstos inicialmente, lo que le supondría dejar de ingresar hasta US$ 17.000 millones.
Está por ver además como afectará al resto de sus productos la mala fama que ya está indisolublemente ligada al modelo Galaxy Note 7. La última serie de casos reportados sobre teléfonos que -pese a ser unidades de reemplazo que la compañía consideraba libres de toda avería- se incendiaron ha ahondado el mal momento que atraviesa Samsung. “Aquellos consumidores que tengan un Galaxy Note 7 original o un dispositivo de reemplazo deberían apagarlos y dejar de utilizar los terminales”, explicó hoy en un escueto texto publicado por el gigante tecnológico surcoreano.
Samsung comenzó a vender el teléfono el pasado 19 de agosto, pero a principios de septiembre anunció una retirada sin precedentes tras informarse de más de una treintena de casos de igniciones en algunos terminales en diversos países.
A la llamada a revisión le siguió a mediados de septiembre la entrega de reemplazos que, no obstante, varios medios han informado que han sufrido incendios en Corea del Sur, Estados Unidos y Taiwán.
La compañía comenzó a recibir desde distintos puntos del globo un volumen creciente de informes de móviles que se incendiaban durante el proceso de carga hasta que el 2 de septiembre, cuando el número de casos ya superaba la treintena, decidió anunciar una retirada sin precedentes del producto. Al mismo tiempo apostó por ofrecer a los consumidores afectados el reemplazo de estas unidades (en total, unos 2,5 millones que habían sido vendidas en todo el mundo) por nuevos teléfonos del mismo modelo que, aseguraba, no sufrirían estos problemas con sus baterías de ion-litio.
Pero, con este proceso de rellamada y recambio aún en sus inicios, la compañía con sede en Suwon (al sur de Seúl) de nuevo comenzó a recibir la semana pasada notificaciones, más preocupantes, sobre nuevos Galaxy Note 7 que también presentaban el mismo problema.
Al menos ocho de estos teléfonos entregados como reemplazo a clientes de Corea del Sur, Taiwán y Estados Unidos se han incendiado y, tal y como han informado medios locales, algunos lo han hecho cuando ni siquiera estaban conectados a la red eléctrica para recargar sus baterías.
Entre los sucesos registrados en Estados Unidos se cuentan episodios como el de un vuelo entre Louisville y Baltimore que el 5 de octubre, en pleno proceso de embarque, tuvo que ser evacuado cuando uno de estos nuevos smartphones prendió fuego en el bolsillo de un pasajero y acabó quemando parte del suelo del avión. Pocos días después y en el mismo estado de Kentucky un hombre tuvo que ser tratado por una bronquitis aguda provocada por el humo que desprendió su móvil después de prender súbitamente en madrugada sobre su velador.