Open Banking: el modelo que viene a desafiar el statu quo de los bancos tradicionales
- En un reciente estudio de Accenture, el 99% de los altos ejecutivos encuestados afirmó tener entre sus planes una fuerte inversión en banca abierta para el año 2020.
Santiago, Chile. 12 mayo, 2018. Al igual que en otras industrias, la banca está atravesando por cambios estructurales en su manera de operar y competir en la economía digital. A medida que la cadena de valor se fragmenta y las acciones regulatorias se establecen, los bancos se han visto obligados a implementar un modelo de banca abierta (Open Banking) en sus operaciones, el cual permite a los clientes compartir el acceso a sus datos financieros con terceros no bancarios mediante el uso de interfaces de programación de aplicaciones (Application Programming Interfaces, API, por sus siglas en inglés).
Un reciente estudio de Accenture, donde participaron 100 ejecutivos de grandes bancos a nivel global, reveló que el 65% de los encuestados considera a la banca abierta más una oportunidad que una amenaza; el 52% afirma que es una forma de diferenciarse de sus competidores tradicionales, y el 99% destaca que está entre sus planes realizar importantes inversiones en iniciativas de banca abierta para el año 2020.
Bruno Vacatello, director ejecutivo para la industria financiera de Accenture Chile, explica que, si bien la desagregación de la cadena de valor de la banca, incluso la proliferación de las interfaces de asociación, todavía se encuentran en su etapa inicial, la tendencia es bastante clara: “La banca abierta se transformará rápidamente en una realidad en la industria. Y a medida que se vaya desarrollando, habrá grandes ganadores y perdedores entre los bancos establecidos”.
En este contexto, un factor de éxito estará en saber capitalizar las inversiones estratégicas de la banca abierta, como saber crear valor en base a los flujos de exportaciones e importaciones y aprender la importancia de “ser visibles” a través de las API que los bancos publican. Un ejemplo de esto es PayPal, empresa que a través del portal de su API permite que millones de nuevos clientes minoristas en línea se conecten a su red todos los años, lo que impulsa la cantidad de usuarios y transacciones finales. “Los bancos necesitan que terceros los puedan encontrar en el ecosistema digital, con el fin de que dichos terceros puedan hacer el trabajo necesario de poner los servicios bancarios a disposición de sus clientes”, complementa Vacatello.
Flujo de exportaciones e importaciones
Desde una perspectiva exportadora, y con el permiso de los clientes, los bancos sujetos a la PSD2 en Europa (revised Payment Services Directive) están siendo obligados a poner datos en cuentas sin procesar, incluso el historial de transacciones y los saldos, a disposición de terceros de manera regulada y segura, a través de un conjunto de API estándares. En otras palabras, todos los proveedores, como otros bancos, compañías fintech, minoristas, empresas de telecomunicaciones, aseguradoras y gestores de patrimonio, pueden utilizar dichas API para incorporar información en sus plataformas con el objetivo de mejorar los producto y servicios que ofrecen. Esto es equivalente a la manera en que los desarrolladores digitales pueden vincularse rápidamente a Google Maps o poner un botón de “Iniciar sesión con Facebook” en sus aplicaciones o sitios web.
La otra dirección del comercio bilateral de la banca abierta son las importaciones. En esta dimensión, los bancos pueden incorporar fácilmente a sus ofertas las características de productos y servicio de terceros asociados, que pueden abarcar desde datos, como calificaciones crediticias gratuitas, hasta recompensas financiadas por el comerciante.
“En definitiva, en este nuevo mundo de Open Banking, los grandes ganadores serán aquellos bancos que adopten y modernicen sus modelos de negocios, de manera de abrirlo a terceros. Los participantes de la industria nacional que saquen provecho de una transición temprana a los servicios de exportación e importación serán las organizaciones destinadas a triunfar en la economía digital”, concluye Bruno Vacatello.