La detención de la CFO de Huawei reaviva la tensión entre EE.UU. y China
- Washington pide a Canadá la extradición de la hija del fundador de la compañía china, investigada por vulnerar las sanciones a Irán. Beijing exige que sea liberada.
- Meng Wanzhou comparece hoy en Canadá ante su posible extradición a Estados Unidos.
- Si EE.UU. sanciona económicamente a Iran, ¿por qué debe China acatar esas disposiciones?
Vancouver, Canada. 7 diciembre, 2018. La detención en Canadá de Meng Wanzhou, vicepresidenta y posible heredera de la multinacional de tecnología china Huawei, cuya traducción puede ser Hazaña China, añadió tensiones a las difíciles relaciones entre Estados Unidos y Beijing, que acaban de sellar una tregua en su guerra comercial.
Washington acusa a la compañía de saltarse las sanciones contra Irán, mientras Beijing exige su liberación. El caso ejemplifica como pocos el verdadero terreno en el que se desarrolla la disputa entre las dos superpotencias: la lucha por el control del desarrollo tecnológico global en los próximos años.
Canadá anunció el miércoles la detención en Vancouver de Meng Wanzhou, CFO de la marca china de tecnología Huawei e hija del fundador de la compañía, por violar presuntamente las sanciones de Estados Unidos sobre Irán. Su arresto fue criticado por el Gobierno chino, que exigió su liberación, y amenaza la reciente tregua comercial entre Estados Unidos y China, aunque Beijing ha tratado de separar ambos asuntos.
Washington ya solicitó la extradición de Meng, pero los detalles del caso se mantienen bajo secreto por orden judicial. El diario canadiense The Globe and Mail, que adelantó la noticia, asegura que el arresto está ligado a una supuesta violación de las sanciones contra Teherán. Al parecer, Huawei pudo enviar productos elaborados en suelo estadounidense a Irán, rompiendo con ello las normas del embargo contra Teherán. En abril, The Wall Street Journal ya informó de que el Departamento de Justicia norteamericano había abierto una investigación sobre este asunto.
La detención se produjo el mismo día en que Trump y el presidente chino, Xi Jinping, cenaban en Buenos Aires en el marco de la cumbre del G20 y acordaban una tregua comercial hasta el próximo 1 de marzo. La Casa Blanca no ha aclaró si el presidente Trump estaba informado de la detención durante la cena con su homólogo chino. En una entrevista horas después, el consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, dijo que él sabía con anticipación que la ejecutiva iba a ser detenida, pero que desconocía si Trump lo sabía. “Yo lo sabía con anticipación. Esto es algo que recibimos del Departamento de Justicia”, aseguró.
En un intento de marcar distancias con la Administración estadounidense, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, aseguró que había sido informado previamente del arresto pero insistió en que “no hubo intervención política en esta decisión ya que respetamos la independencia del sistema judicial”.
El riesgo de que el arresto de Meng Wanzhou complique la guerra comercial de China y Estados Unidos, tras las señales de que esta iba camino de reconducirse, provocó caídas en los mercados internacionales. Las acciones en Wall Street perdieron más de un 3% el martes, y las bajadas continuaron en la apertura de este jueves. El miércoles los mercados permanecieron cerrados por el luto oficial decretado por el funeral del expresidente George H. W. Bush.
La protección de la industria tecnológica nacional es una prioridad de la Administración de Trump. Washington expresó en el pasado sus reservas a la utilización de productos de Huawei por miembros del Gobierno, alegando el riesgo de espionaje, por los supuestos vínculos entre la compañía y las autoridades de Beijing. Esas invocaciones a la seguridad nacional han frenado el desarrollo de la marca en Estados Unidos.
Huawei se convirtió recientemente en el segundo mayor fabricante del mundo de teléfonos inteligentes, desplazando a Apple y solo por detrás de la surcoreana Samsung. En reiteradas ocasiones la empresa ha negado cualquier implicación del régimen en sus operaciones, pero una nueva ley china que exige a sus empresas nacionales a acudir en ayuda de su Gobierno si así se lo exige Beijing pone en cuestión esa independencia.
La empresa china publicó un comunicado en el que sostiene que Meng Wanzhou fue detenida cuando hacía escala en el aeropuerto de Vancouver. “La compañía ha recibido muy poca información sobre los cargos [contra la directiva] y no tiene conocimiento de ninguna infracción por parte de la señora Meng. Huawei confía en que los sistemas legales de Canadá y Estados Unidos finalmente lleguen a una conclusión justa”.
La Embajada china en Ottawa publicó en su página web una nota, solicitando que las autoridades canadienses y estadounidenses corrijan cualquier irregularidad en la detención y liberen a Meng. “Seguiremos de cerca el desarrollo de este problema y tomaremos todas las medidas necesarias para proteger los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos chinos”, añade el mensaje.
Desde Beijing, sin embargo, intentaban bajar las revoluciones del enfrentamiento para que el arresto no haga descarrilar las negociaciones comerciales, tras el pacto alcanzado en Buenos Aires por Trump y Xi. “Los equipos negociadores de China y EE.UU. mantienen una comunicación fluida y una buena cooperación. Confiamos en alcanzar un acuerdo en los próximos 90 días”, declaró el portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng.
Similitudes con ZTE
A falta de conocer los cargos que han motivado su arresto, el caso parece similar al de la tecnológica china ZTE, que también fue objeto de una investigación en Estados Unidos por haber vendido tecnología a Irán y Corea del Norte. El Departamento de Comercio incluso llegó a prohibir a esta empresa comprar componentes fabricados en Estados Unidos, lo que puso a la compañía en serios aprietos. Finalmente, tras la orden de Trump y con el objetivo de allanar las negociaciones comerciales con China, se alcanzó un acuerdo que levantó ese veto.
La investigación sobre Huawei, en la que ha intervenido directamente el Departamento de Justicia, podría ser más grave no solamente porque nadie fue arrestado en el caso de ZTE, sino también por el enorme peso y nombre de la mujer actualmente bajo custodia en Canadá.
Huawei y ZTE son las dos empresas que registraron más patentes en el año 2017 a nivel mundial, según datos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. En 2017, Huawei tuvo ganancias netas por cerca de US$ 7.300 millones.
Las autoridades judiciales deben decidir hoy si Meng recupera su libertad bajo fianza o si espera el desarrollo del proceso judicial en prisión. La propia detenida expresó a las autoridades canadienses su deseo de que no se informara a la opinión pública sobre su caso.
¿Quién es Meng Wanzhou?
Meng es la directora financiera y vicepresidenta de Huawei, una empresa privada líder en equipos e infraestructura de telecomunicaciones en todo el mundo. Además, es la hija del fundador del grupo, Ren Zhengfei, y firme candidata a CEO cuando su padre se retire. Forma parte de una de las familias más poderosas de China. Huawei, quizás la empresa con más proyección internacional del país, es para Beijing el pináculo del éxito de su desarrollo tecnológico.
¿Por qué fue detenida?
Meng fue arrestada el pasado 1 de diciembre en Canadá, mientras realizaba una escala para viajar a México, a petición de la Justicia de Estados Unidos. Los detalles del caso que habían trascendido hasta este viernes eran escasos porque el tribunal había concedido a la acusada el embargo de la información relativa al proceso. Pero varios medios estadounidenses y canadienses, citando fuentes anónimas, aseguraban que su arresto está relacionado con la creación de una supuesta trama bancaria mundial por parte de Huawei con el objetivo de evadir las sanciones de Estados Unidos a Irán. El embargo que Washington mantiene sobre Teherán impide que ciertos productos fabricados en su territorio sean vendidos a ese país, algo que Huawei habría quebrantado, siempre según las investigaciones de EE.UU.
¿A qué se enfrenta ahora Meng?
Muy probablemente a un largo periplo judicial, primero en Canadá. Este viernes el juez decidirá si mantiene a Meng bajo custodia por el riesgo de fuga o si la deja en libertad provisional mientras se resuelve su solicitud de extradición (en este último caso podría pagar una fianza millonaria y/o ver su pasaporte requisado). Su envío a Estados Unidos, según explicaron varios abogados canadienses, podría demorarse durante años si Meng decide litigar. Un asunto clave es conocer si el delito por el que está acusada (fraude por violar las sanciones impuestas a Teherán) tiene un equivalente en Canadá.
¿Por qué su arresto podría hacer descarrilar la tregua comercial entre China y EE.UU.?
La detención de Meng sucedió el mismo día en que Donald Trump y Xi Jinping acordaron en Buenos Aires una tregua en su conflicto comercial. Altos cargos estadounidenses han asegurado que Trump no conocía la información, aunque sí lo sabía el consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, también presente en esa cena. Aunque oficialmente China optó por desmarcar el arresto de la directiva y las negociaciones comerciales (principalmente porque Beijing es el primer interesado en lograr un acuerdo con Trump), el episodio aumenta la desconfianza mutua. Y, al menos para Xi, supone una considerable pérdida de prestigio ante los suyos.
¿Cómo ha reaccionado China?
El Ministerio de Asuntos Exteriores asegura que ni Estados Unidos ni Canadá han aportado pruebas de que Meng haya quebrantado la ley en estos países y demanda su liberación inmediata. Los principales medios de comunicación atacaron hoy duramente a Estados Unidos, acusándolo de detener a la influyente directiva de Huawei por motivos políticos, concretamente para contener el ascenso tecnológico de China.
“Obviamente Washington está recurriendo a un planteamiento despreciable porque no puede detener el avance de Huawei en el mercado de la tecnología 5G”, aseguró el periódico Global Times en su editorial. “El Gobierno chino debería reflexionar seriamente sobre la tendencia de Estados Unidos a abusar de los procedimientos legales para eliminar a las empresas de alta tecnología de China. Debería aumentar la interacción con Estados Unidos y ejercer presión cuando sea necesario”, apuesta el periódico, que considera que el objetivo de Washington es “dañar la reputación internacional” de Huawei. “Este incidente demuestra que China se enfrenta a una competencia complicada con Estados Unidos. Beijing necesita determinación y sabiduría para salvaguardar sus intereses”.
¿Qué dice Huawei?
Huawei asegura que ha respetado la ley en todos los mercados en los que opera. La empresa parece secundar la tesis de los medios de comunicación chinos, a tenor del comunicado que envió a sus centenares de proveedores tras la detención de su alta directiva. “Creemos que no es razonable que el Gobierno de EE.UU. utilice este tipo de métodos para ejercer presión sobre una entidad comercial. Eso va en contra del espíritu de la economía libre y la competencia justa”, aseguró el grupo de telecomunicaciones en la misiva, según publica el periódico hongkonés South China Morning Post.
¿Es Huawei la única empresa china acusada de violar las sanciones estadounidenses?
No. ZTE, otra tecnológica china de menor tamaño también fue objeto de una investigación en Estados Unidos por haber vendido tecnología a Irán y Corea del Norte. El pasado abril, el Departamento de Comercio incluso llegó a prohibir a esta empresa comprar componentes fabricados en Estados Unidos, lo que puso a la compañía al borde de la quiebra. Finalmente, tras la orden de Trump y con el objetivo de allanar las negociaciones comerciales con China, se alcanzó un acuerdo que levantó ese veto. Pero en ese caso nadie fue detenido, y mucho menos un peso pesado como Meng.
Quizás la respuesta a estos extraños hechos la encontremos al responder la siguiente pregunta: ¿Quien se beneficia por la continuidad de la guerra comercial entre China y EE.UU., e incluso escale a una confrontación bélica?