Demostración de implante de chip en el MWC 2019 de Barcelona
Barcelona, España. 1 marzo, 2019. Un hombre se ofreció a que le insertaran un chip bajo la piel, entre el pulgar y el dedo índice de la mano derecha, en directo en el escenario de una conferencia en la MWC 2019 realizada en Barcelona, y otro hombre que ya se había sometido al procedimiento mostró cómo podía realizar un pago con él utilizando su smartphone.
Edgar Pons dijo que decidió implantarse el chip RFID (de identificación por radiofrecuencia) porque contenía credenciales para abrir la puerta de su casa.
“Es súper, para mí, muy útil, porque vivo en una casa automátizada”, dijo, y añadió que se sentía más motivado por el hecho de que podía “retirarlo muy fácilmente, simplemente haciendo un pequeño corte y presionándolo”.
Mientras Pons se sometía al procedimiento, Alex Rodríguez Vitello, físico, ingeniero, curador y explorador de la empresa de tecnología Alpha, con sede en Barcelona, dijo, “el chip es del tamaño de un grano de arroz y está cubierto de un material biocompatible para que nuestro cuerpo no lo degrade con el tiempo”.
Durante la presentación en el Mobile World Congress (MWC), organizada por el banco español Sabadell, un hombre llamado Pau que ya había sido equipado con un chip, realizó un pago colocando su smartphone sobre la piel que cubre el chip.
“Lo que hemos estado viendo ahora es cómo podría ser el futuro de los pagos”, dijo Anna Puigoriol, directora de servicios financieros de Sabadell.
Chip implantado en la mano abre puertas
Ya en 2015 habíamos hablado sobre el tema. En el nuevo complejo de oficinas Epicenter de Estocolmo, los trabajadores pueden abrir las puertas o hacer fotocopias con un chip implantado en la mano.
Compuesto por una antena y un microchip, este dispositivo no necesita baterías para funcionar. Adiós a las tarjetas de identificación y a los códigos, todo lo que el trabajador debe hacer para abrir, por ejemplo, una puerta es pasar su mano por un sensor.
El complejo Epicenter fue inaugurado con el objetivo de albergar a empresas que se dediquen a la innovación.
Patrick Mesterton es uno de sus fundadores.
“Este chip es del tamaño de un grano de arroz, mide unos doce milímetros”, explica Mesterton. “Incluye un código y se inyecta con una jeringa. Se trata de un medio de identificación que puede comunicar con otros objetos que se encuentren alrededor del usuario. Puedes abrir puertas, puedes imprimir de manera segura documentos y, sobre todo, con este chip puedes comunicarte con tu teléfono móvil para enviar los contactos de personas con las que te has reunido”.