Revés para Monsanto: principal cultivador de algodón de África vuelve a semillas convencionales
- Burkina Faso retirará gradualmente la producción de algodón genéticamente modificado introducida por Monsanto, porque los agricultores no están contentos con la corta longitud de la fibra.
Burkina Faso. 21 abril, 2016. El principal país cultivador de algodón de Africa reducirá la superficie plantada de este tipo de algodón esta temporada hasta eliminarla por completo en 2018 y la sustituirá con algodón convencional, dijo el gabinete del país de Africa Occidental.
Los resultados de un proyecto piloto con Monsanto que comenzó en 2003 “no son favorables en el sentido de que la longitud de la fibra tras la limpieza se ha degradado y ya no responde a las necesidades del mercado”, según el comunicado.
La decisión podría impactar negativamente el estatus de Burkina Faso como el mayor exportador de algodón, afectando el empleo e incrementando la exposición de los productores a los pesticidas, dijo Billy Brennan, portavoz de Monsanto.
El Servicio de Agricultura Extranjera de Estados Unidos dijo en un informe publicado este mes que los productores de algodón de Burkina Faso habían planeado reunirse con Monsanto a fines de marzo para tratar de resolver el problema.
“Perdimos años por este algodón”, dijo Mana Denis, un agricultor de algodón de la ciudad de Dedougou, al oeste del país, quien recibió bien el anuncio. “Nos lo impusieron, pero no produjo los efectos deseados”, dijo.
Se estima que la cosecha para 2016-2017 será de 700.000 toneladas, dijo el Gobierno en el comunicado. El vecino Mali es el segundo productor más grande de la región y Costa de Marfil, el tercero. El algodón es la segunda mayor exportación del país después del oro y representa el 20% de los envíos.
Dos de los métodos de cultivo más hablados del momento son las semillas modificadas genéticamente para resistir a plagas, para evitar pesticidas, para garantizar el producto, o la agricultura orgánica que tampoco usa pesticidas y que retorna a los métodos tradicionales de cultivo.
Numerosos estudios han mostrado que la agricultura orgánica, practicada correctamente, puede duplicar o triplicar los productos de las técnicas convencionales. Es un mito que la agricultura mecanizada y modificada genéticamente (GMO, por sus siglas en inglés) maximiza los resultados por hectárea o que es necesaria para alimentar el hambre mundial. Los GMO tienen consecuencias desastrosas.
Cada “solución tecnológica” acarrea nuevos problemas no anticipados: por ejemplo, la resistencia a herbicidas y pesticidas, cada vez surgen plagas y malas hierbas más fuertes y que necesitan mayor tecnología para ser superados. También, los GMO provocan daños a la salud, están eliminando las millares de especies naturales, crean dependencia en los precios internacionales, etcétera.