¿Qué tiene que ver el TPP con nuestra experiencia en Internet?

Aunque este tratado tendrá repercusiones importantes en muchas áreas de la vida chilena, quizás la más polémica y generalizada sea el impacto que implica sobre el uso de la Web. Esta área ha provocado mucho debate en el espacio público, con algunos comentaristas indicando que los chilenos deberíamos estar asustados de la posible implementación del Tratado, mientras que el gobierno nacional ha tratado de restar importancia al Acuerdo.

A continuación analizamos un par de puntos claves para mejor entender el impacto que el TPP tendrá sobre las PYMEs, los usuarios y el mercado nacional de Internet, y ver hasta qué punto deberíamos estar asustados o no.

Las PYMEs

Al buscar promover el crecimiento económico, el TPP pretende eliminar las barreras que dificultan el comercio entre los países miembros (eg. gravámenes y aranceles aduaneros). Aunque esto facilitará la expansión internacional de la industria chilena, hay que evaluar el efecto que tendrá sobre las PYMEs del mercado nacional. Si ya lo tienen difícil para competir con los costos menores de las empresas grandes chilenas, ¿cómo podrán enfrentarse a las multinacionales que tienen mayores recursos y que no se ven restringidas por las mismas regulaciones, como por ejemplo las regulaciones laborales?

En cuanto a las PYMEs proveedoras de servicios de Internet (ISP), son quizás ellas quienes enfrentarán el mayor desafío. El capítulo del TPP que abarca la propiedad intelectual no tan solo impone normas estrictas sobre el uso de la propiedad intelectual online, sino también entrega a los ISP la responsabilidad de remover o inhabilitar contenido conflictivo publicado por sus clientes, o sufrir multas ellos mismos. Uno de los problemas más graves que esto genera es que el Acuerdo no establece un sistema parejo que permite al acusado a defender su contenido, a la vez que libra al ISP de la responsabilidad legal proveniente de la eliminación de dicho contenido, así incentivando a los ISP a optar a la opción cautelosa y a apoyar a los derechos de autor en vez de la expresión libre de sus clientes.

Según Hardy Hernández, CEO de Hostname.cl –empresa de alojamiento de sitios web- lo anterior perjudicará las ventajas más importantes que entregan las PYMEs ISP nacionales: la conexión personal con sus clientes y la confianza que eso genera, ya que al estar el ISP obligado a remover contenido arbitrariamente de los sitios web de sus clientes, la relación cliente-proveedor se verá desfavorecida, lo cual va en contra de los principios de un buen negocio.

Los Usuarios

El capítulo sobre la propiedad intelectual en su totalidad es una fuente de mucha preocupación en cuanto a la libertad de expresión en Internet, con clausulas que criminalizan el uso de cualquier material (imagen, video, etc.) sin dar el crédito debido – incluso si se ha modificado el objetivo del material o da crédito en otra parte –, y el acceso o divulgación de ‘secretos industriales’ a través de un ‘sistema informático’, lo cual discrimina abiertamente a los sitios de noticias e información.

Más preocupante aún es la sección sobre los nombres de dominio, que estipula la creación de una base de datos de los nombres y direcciones verdaderos asociados con ciertos dominios web. Esto no tan sólo comprometerá la seguridad de los titulares de sitios que critican organizaciones poderosas, sino también los dejará expuestos a amenazas y estafas online.

Para los internautas que violan las normas escritas, el Acuerdo prescribe sanciones muy fuertes, ordenando, entre otras, la expropiación de las herramientas o los materiales utilizados para cometer la infracción.

El Mercado

Dada la facilidad con la cual las empresas internacionales podrán instalarse en Chile, y la competencia que esta inyección de comercio generará en el país, la calidad de los servicios ofrecidos por el mercado nacional bajará, ya que las empresas chilenas, al enfrentarse con las antes mencionadas organizaciones extranjeras que tienen acceso a más recursos sin las mismas regulaciones, tendrán que bajar sus precios y como resultado sus estándares, configurando un torbellino que podría afectar negativamente a las PYMEs nacionales y sus productos y servicios.

En cuanto a los ISP, hay que tomar en cuenta que aunque ofrezcan servicios más baratos, los ISP extranjeros recién llegados seguirán teniendo sus operaciones en el país de origen, lo cual significa que no podrá proporcionar la misma calidad de soporte técnico a sus clientes, y que los datos estarán alojados fuera del país. Como tal no estarán sujetos a la misma protección de datos que existe en Chile y podrían ser revisados y utilizados por el gobierno de turno que encabeza este TPP.

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A fin de cuentas, el Tratado intente promocionar la expansión internacional de la industria chilena, así como aumentar la competencia entre proveedores y ampliar la variedad de productos y servicios ofrecidos a los usuarios. Sin embargo, al hacer eso, también impone límites estrictos en cuanto a la libertad de expresión online y daña las posibilidades de crecimiento del mercado nacional. Por lo tanto, nosotros por lo menos quedamos más asustados que tranquilizados en este momento.

Afortunadamente, el TPP todavía no es un acuerdo cerrado – tiene que ser ratificado por al menos seis de los doce países miembros – y todavía falta realizar varios pasos, como reuniones con los grupos de interés: las PYMEs, los usuarios, las entidades de gobierno; para evaluar el impacto que tal Acuerdo tendrá sobre la economía nacional, si es factible para nuestras industrias y cómo afectará a los derechos de los chilenos. Lo que podemos hacer de aquí en adelante, para asegurar el futuro del mercado y de los emprendedores chilenos, es informar a nuestros pares sobre este tema que poco análisis ha tenido en los medios nacionales, lo que puede provocar que sea aprobado sin mayor debate. Para más información es recomendable visitar http://chilemejorsintpp.cl/.