“¿Próspero Año Nuevo?”
Santiago, Chile. 23 diciembre, 2016. A través de los siglos los seres humanos hemos ido incorporando ciertos ritos y tradiciones a nuestra vida en comunidad. Éstos cambian de cultura en cultura y de tiempo en tiempo. En Chicago los irlandeses pintan de verde el río que cruza la ciudad para celebrar a San Patricio. En Chile hace 30 años celebrábamos la llegada de la primavera eligiendo una reina y con un desfile de carros alegóricos por Avenida Providencia. Lamentablemente ese colorido rito ya no existe. Hoy celebramos, el Día del Niño, ¡como si no los celebráramos todos los días!, el Día de los Enamorados, Halloween, etc.
Pero lo cierto es que miles de personas alrededor del mundo hacen grandes fiestas con la llegada de un nuevo año. Por lo tanto, la iniciativa de la Presidenta de declarar feriado el lunes 2 de enero, no me parece reprochable en sí misma. Lo incomprensible es que se le haya ocurrido unas pocas semanas antes de la fecha. El proyecto que finalmente se aprobó, lleva durmiendo el sueño de los justos desde 2012 en el Congreso. Ahora, cuando las empresas y la gente común ya no tienen tiempo de ajustar sus planes de trabajo y vacaciones, el gobierno decide aprobarlo en un par de días. Nuevamente el actual gobierno da muestras inequívocas de improvisación y de mala gestión. ¿Qué costaba discutir el proyecto de feriado seis meses atrás y mitigar sus efectos económicos eliminando algún día “sándwich” durante el año? Lo mismo se preguntan quienes utilizan el atochado aeropuerto de Santiago. ¿Qué costaba haber planificado la ampliación dos o tres años antes? O quienes se quedan en pana constantemente en los buses del Transantiago o los que ven transformada la rivera del Mapocho en un basural, o los que siguen esperando que el Minsal construya los seis hospitales que el gobierno decidió no concesionar, o los que llevan meses esperando la aprobación de los permisos para iniciar una inversión, o los que ven con lástima como la violencia y el temor arrecian en La Araucanía, o los que ven como las listas de espera en hospitales aumentan en vez de disminuir, o los padres que ven con horror que el efecto más visible de la reforma educacional ha sido la proliferación de huelgas en los colegios municipales, etc.
En estos días, otra de las tradiciones es desearnos mutuamente un próspero Año Nuevo. Con todo lo dicho anteriormente, no es raro que el presidente del Banco Central, haya roto dicha tradición y nos haya informado hace tan solo unos días que el crecimiento de la economía chilena para el próximo año va a ser más malo que el que anticipaba a septiembre pasado.