Las eléctricas se preparan para la llegada del auto eléctrico
- Hoy estamos en transición desde motor a combustión interna al motor eléctrico y desde el modelo de negocio de propiedad al de arriendo o cobro por km recorrido.
- Tampoco olvidemos que se nos viene con fuerza el auto autónomo, el cual cambiará drásticamente a nuestra sociedad.
Madrid, España. 26 marzo, 2018. En unos años (las marcas hablan de 2020 como fecha clave y la ONU 2030, con su Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible), el dilema a la hora de comprar un auto no se centrará en la potencia del motor, sino en la autonomía. Los motores de combustión tradicionales están condenados, y los gigantes de la esfera automotriz lo saben, y quieren subirse al carro de los autos eléctricos.
Claro que hay valientes como Mazda que defienden la hegemonía de la gasolina, con el desarrollo de su nuevo motor SKYACTIV-X sin bujías. Pero esa batalla más que probablemente la perderán tal como la perdió Sony con el Betamax, o muchas de las fabricas de barcos a vela durante el siglo XIX que continuaron mejorando las velas, en vez de abandonarlas y saltar a la siguiente ola, el motor a vapor.
En la expansión de los vehículos eléctricos no solo entran en juego los fabricantes, porque para que estos vehículos de baterías funcionen, tienen que comer. Y es aquí donde la infraestructura de distribución, los puntos de recarga y los hábitos de consumo hacen acto de presencia y aparece el jugador número dos: las eléctricas, que encuentran en el vehículo eléctrico una gran oportunidad de negocio.
Cambios de hábitos y cargas máximas de demanda asumibles
Según un estudio de la consultora LMC Automotive, en Europa superaran la barrera del millón de autos eléctricos vendidos por año en 2022. En 2017, los denominados vehículos alternativos (híbridos, enchufables, eléctricos, GLP…) fueron los que más crecieron (un 35%). Pero a pesar de su crecimiento, los vehículos híbridos (+58% con respecto a 2016) suponen únicamente un 2,6% del total del mercado europeo, mientras que los eléctricos puros (+37%) son solo el 1,3% de las ventas totales.
Así las cosas, los vehículos ‘limpios’ aún representan exclusivamente el 5,2 % del total de ventas del mercado.
Los precios de las baterías tendrán que bajar, las tensiones políticas deberán disminuir (hablamos del divorcio de Reino Unido y la Unión Europea) y los fabricantes tendrán que decidir cómo cumplirán con la nueva normativa medioambiental europea.
La ACEA (Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles) con Carlos Tavares al frente, no ve con buenos ojos la ‘electrificación imperativa’, y la propuesta de la Unión Europea de reducción de emisiones resulta demasiado agresiva para la asociación, que considera además que existe una participación de mercado de autos eléctricos “baja y fragmentada”.
A esto se le une el aumento en 2017 de las ventas de autos a gasolina en un 10%, por primera vez desde 2009, y la disminución de los diésel en un 4%. La participación de mercado de automóviles diésel en Europa se ha reducido hasta un 46,3% con respecto al 50,2% del año pasado, y esa caída es aún mayor si se compara con el 55% de participación de la que gozaba esta tecnología en el año 2012.
Según la ACEA, este cambio de tendencia hacia vehículos de gasolina supone que para Europa será más complicado alcanzar los objetivos de reducción de emisiones de CO2. Solo el impulso de los vehículos alternativos por parte de las instituciones ayudaría a este fin.
Asequible y que solucione la ansiedad de autonomía
Las ventas de eléctricos de los 10 primeros meses de 2017 a nivel europeo dejaron claro que lo que vende son los autos eléctricos asequibles y con gran autonomía. Tenemos como líder el Renault Zoe (25.305 unidades), el Nissan Leaf (15.561 unidades) y el Tesla Model S (11.472 unidades), seguido muy de cerca por el BMW i3 (10.484 unidades). El Volkswagen e-Golf es quinto con menos de 10.000 unidades vendidas.
Ante la electrificación en la esfera de la automoción surgen interrogantes, como cuál será el impacto de las recargas de autos eléctricos en el consumo residencial, si se producirán cargas máximas de demanda o cambios en los hábitos de consumo y qué están haciendo la eléctricas para allanar el camino.
Segun el estudio del investigador Matteo Muratori, del NREL (Laboratorio Nacional de Energía Renovable) del Departamento de Energía de Estados Unidos, daba por hecho que la recarga de los autos eléctricos producirían cargas máximas de demanda que obligarían a las empresas eléctricas a actualizar parte de sus redes. Ante este panorama, el director de Movilidad Verde de Iberdrola, Carlos Bergera, cree que las recargas se producirán por la noche, sin demasiados problemas de demanda.
Reconoce ademas que se podrían producir “situaciones puntuales y conyunturales de saturación” en las horas de cargas máximas de demanda que se resolverán gracias a las inversiones en redes que realizan anualmente las compañías distribuidoras.
El estudio de Muratori, afirmaba que el impacto de los autos eléctricos en el consumo eléctrico residencial sería de menos de un 3%.
Lo cierto es que con la llegada de estos motores, han aterrizado en el mercado nuevas tarifas de la luz que se adaptan a las necesidades del consumidor y al uso que se haga del auto. Según afirma Bergera, un auto eléctrico supone un consumo anual medio de unos 2 megavatios hora (MWh) al año lo que supone un incremento de entre el 70% y 90% del consumo de un hogar, pero no tiene por qué equivaler un incremento proporcional en la factura, según la compañía.
“Para ello es importante disponer de la opción de programar la recarga del vehículo a esas horas en las que la energía es más barata. Respecto a las tarifas de discriminación horaria, incluso con un parque considerable de vehículos eléctricos, seguirá habiendo suficiente capacidad para mantener unos precios ventajosos de la energía en horas nocturnas”, explica Bergera.
El impacto en el consumo residencial vendrá determinado por el número de cargas y el tipo de carga: lenta, semirrápida o rápida, esta última imposible para hogares. Por recarga rápida se entiende una recarga a una potencia de alrededor de los 50 kW, mientras que la recarga normal, o lenta, la que se realizaría en casa, suele ser de 3,6 kW a 16 A. La mejor opción es cargar el auto por la noche y a baja potencia.
Además hay que tener en cuenta el aprovechamiento de las horas valle (sin mencionar las condiciones climatológicas, claro). Con casi total probabilidad, solo en el supuesto de que se carguen todos los autos en hora punta, la carga máxima de demanda podría coincidir con la potencia eléctrica nacional.
De manera estimativa, recorrer 100 km con un vehículo eléctrico puede costar en torno a € 1,35 (costo calculado con una tarifa 2.0 DHS, en periodo supervalle de 1:00 AM a 7:00 AM, y con impuestos incluidos).
Lo que sí tenemos ante nosotros es el reto de la gestión inteligente de la demanda de la electricidad y un nuevo modelo en la gestión de la energía eléctrica que las grandes y las no tan grandes empresas han de afrontar, a través de servicios especializados y de la instalación de puntos de recarga.
Endesa prioriza Mallorca y Barcelona
Por su parte, Endesa lanzó la tercera edición del Plan de Movilidad Eléctrica para empleados cerrando con otros 266 trabajadores que conducen un auto eléctrico 100% en su vida particular. En total, casi el 6% de la plantilla circula con vehículos 100% eléctricos.
Por otro lado, una iniciativa en Mallorca llamada eCar permitió la instalación de seis puntos de recarga rápida mientras que su alianza con Mercedes permitió la instalación del equipo de carga en casa sin costo. El acuerdo con Daimler incluía, junto a la compra de un Smart eléctrico, la instalación del Wallbox.
A fines de año, Endesa también lanzó su segunda estación de servicio en Francia, con el objetivo de alcanzar 40 estaciones en 2020 y además instaló en Barcelona el primer punto de carga ultrarrápida por pantógrafo para autobuses eléctricos.
Esta iniciativa se enmarca en el proyecto de promoción de la movilidad eléctrica urbana ZeEUS (Zero Emission Urban Bus System), financiado por la Unión Europea y en el que participan un total de diez ciudades del viejo continente.
La carga ultrarrápida por pantógrafo se lleva a cabo a partir de dos elementos: el cargador, un pilar de cinco metros de altura aproximadamente, similar a un farol, y que se ha instalado al final de la línea para aprovechar el tiempo de parada y no interferir en los horarios del recorrido; y por otro lado, el pantógrafo, una especie de brazo mecánico retráctil ubicado en el techo del autobús, que se despliega y se acopla al cargador para iniciar la carga.
Además de ZeEUS, Endesa colaboró con iniciativas del Grupo Enel para demostrar la validez del sistema Vehicle to Grid (V2G), que permite la conexión y el flujo eléctrico entre la red y el vehículo, así como la del cargador eléctrico bidireccional V2G (Vehicle to Grid).
En cuanto a puntos de recarga, además del proyecto en Mallorca, la compañía participa en el proyecto europeo Corredores Ibéricos de Carga Rápida, en el que participan 8 instituciones con el objetivo de desplegar una red de 40 puntos de recarga rápida en zonas urbanas y periurbanas.
Los pequeños, no tan pequeños
A medida que las restricciones a los motores de combustión han aumentado, avivadas por los cada vez más estrictos estándares medioambientales, han nacido nuevos proyectos y empresas. Estos son algunos:
1. Encontramos en la alemana E.ON una futura red europea de 10.000 supercargadores para 2020, o en el proyecto IONITY de BMW, Daimler, VW Group y Ford la intención de superar el escollo de la autonomía reducida.
2. Factor Energía, una empresa energética independiente que representa a miles de pequeños productores independientes de energía eléctrica, solar, eólica, biogás y cogeneraciones. Son además los creadores de FactorSmartHome, el primer coach energético del mercado. Se trata de una App de móvil gratuita que muestra el precio de la energía en los diferentes periodos horarios, destacando cuando los precios son más bajos y cuando son más altos.
3. Gesternova es otra ‘pequeña’ empresa que ofrece tarifas de electricidad verde para autos eléctricos a particulares, utilizando la tarifa Supervalle (desde la 1 am hastas las 7 am).
4. GNERA es otro actor presente en el cambio hacia la electrificación. GNERA Energía es la empresa comercializadora del Grupo Gnera, y su misión es la de proveer de energía renovable a los gestores de carga y ayudar a hacer de este sector un vector de crecimiento tanto de negocio, como de empleo e I+D.
Ante el desafío de dotar a todo el mundo de una red de carga suficiente para abastecer la demanda de energía futura, los proveedores se muestran cautos, ya que aún falta tiempo, posiblemente varios años, para poder tener la red de puntos de carga, semi-rapida y rápida suficientemente amplia para poder eliminar la denominada ansiedad del conductor.
Según el portal Electromaps, en EE.UU. hay un total de 16.309 puntos de recarga para vehículos eléctricos, seguido por Alemania (más de 5.088), Holanda (3.847) y España (3.062). En Chile, comenzando, hay 8 estaciones. Todas cifras que no dejan de aumentar.
Un futuro en el que la movilidad eléctrica se masifique
Los retos que se presentan ante un cambio de era en la esfera automotriz son muchos: los precios de las baterías tienen que bajar para fomentar la compra, sus materiales tienen que ser más livianos, más accesibles y no estar monopolizados por el país productor; la movilidad sostenible tiene que verse como un modo de vida y como modelo de negocio, pero de ser así, tendrá que ser uno que pueda llevar a cabo el reto de terminar con la ansiedad que provoca la aún reducida autonomía de los autos eléctricos y los pocos puntos de recarga.
Sin embargo, todo lo anterior no son más que los pasos previos del camino que nos lleva hacia el auto autónomo, destino final que hará todo lo anterior obsoleto, ya que no tendremos que preocuparnos por autonomía, puntos de recarga, licencias de conducir, seguros, permisos de circulación, mantenciones, compra de vehículos, compra de neumáticos, etc. Y las fabricas tendrán que cambiar su modelo de negocios, ya que dejarán de producir para vender millones de automóviles al año, pasando a una fracción de ello, porque los autos se compartirán varias veces al día entre los usuarios que los utilizarán como taxis (sin conductor).