La industria de los drones comienza a despegar

La industria de los drones comienza a despegar


EE.UU. 18 mayo, 2018. Los drones, también conocimos como UAS (sistemas de aeronaves no tripuladas), tienden a ser comúnmente malentendidos. Mucha gente los ve como juguetes de los ricos, como restos de la vieja serie de dibujos animados The Jetsons o como una siniestra arma de vigilancia.

Sin embargo, ninguno de estos mitos hace justicia a una tecnología que, literalmente, está empezando a despegar. Con sus cámaras a bordo controladas por computador y su capacidad de ir a lugares que la gente y otras máquinas no pueden, los UAS pueden ayudar en la labor policíaca, reprimir el terrorismo, ayudar a los agricultores a monitorear las cosechas, ayudar a los agentes de seguros a evaluar los activos dañados y, en general, impulsar a las industrias del retail, del transporte y del entretenimiento, entre otras.

Si Internet puede proporcionar información, los drones pueden proporcionar casi todo lo demás.

Los drones pueden terminar siendo uno de los usos más productivos y lucrativos de la tecnología autónoma y la robótica, argumenta Matt Scassero, director del sitio de pruebas de drones de la Universidad de Maryland.

“Piénsalo”, dice Scassero. “En apenas un siglo, el mundo ha pasado de inventar el vuelo tripulado a incursionar en el vuelo no tripulado. Es impresionante”.

Como dice el fundador de Microsoft, Bill Gates, “los drones en general serán más impactantes de lo que creo que la gente reconoce, de maneras positivas para ayudar a la sociedad”. Microsoft se encuentra entre las empresas tecnológicas que están dando un impulso concertado a los UAS.

Un estudio de McKinsey & Company de diciembre de 2017 hace eco de la opinión de Gates, documentando el dramático crecimiento comercial de la industria de los UAS en Estados Unidos, de apenas US$ 40 millones en 2012 a más de US$ 1.000 millones en 2017. Alrededor de 300 empresas, entre ellas gigantes de la aviación y la industria aeroespacial como General Electric, Lockheed Martin y Northrop Grumman, están realizando importantes inversiones de tiempo y recursos en drones, señala Mark A. Ryan, fundador y director ejecutivo de Ryan Media Lab, Inc.

Para 2026, McKinsey estima que “los drones comerciales -tanto las aplicaciones corporativas como las de consumo- tendrán un impacto anual de entre US$ 31.000 y US$ 46.000 millones en el Producto Interior Bruto del país”. Como Ryan señala, “los UAS pueden ser una industria disruptiva en la medida en que desplazan a los actores menos eficientes. Pero también tiene el potencial de ser una industria constructiva, porque los drones pueden crear decenas de miles de nuevos puestos de trabajo y lograr mucho bien en la sociedad”.

drones

Sin duda, el mercado de los drones, como cualquier mercado en desarrollo, está experimentando dificultades de crecimiento. Sí, la inversión se está disparando, pero la aplicación más visible de la industria – los llamados “taxis aéreos” – todavía es incipiente, limitada por tecnología e infraestructura no probada, además de espinosos obstáculos regulatorios a nivel local, estatal y federal.

Pero Anne Swanson de Wilkinson Barker & Knauer, la presidenta del Capítulo Capital de Washington, D.C. de la Asociación Internacional de Sistemas de Vehículos No Tripulados, sostiene que los obstáculos en términos de drones pueden ser superados. “La mentalidad de la FAA (Administración Federal de Aviación) ha recorrido un largo camino en los últimos dos años”, dice Swanson.

Desde 2016, señala, la FAA ha tomado medidas para fortalecer la investigación de los UAS, otorgando exenciones para ampliar las operaciones comerciales y mejorando la seguridad del espacio aéreo nacional tanto para usuarios tripulados como no tripulados. La FAA también creó el Comité Asesor de Drones (DAC, por sus siglas en inglés) para garantizar que las principales partes interesadas de la aviación, el gobierno y el mundo académico ayuden a diseñar las normas de seguridad de los UAS en las que se basará el futuro de la industria.

“Mucho se ha logrado, pero queda mucho por hacer, tanto a través de la acción del Congreso como de la creación de normas para los drones”, dice Swanson.

A principios de mayo, la secretaria federal de Transporte, Elaine Chao, cuyo departamento de gabinete supervisa la FAA, anunció a los ganadores de un programa piloto de UAS de vía rápida sin precedentes, que Ryan describe como “un gran impulso para las pruebas comerciales rápidas y autorizaciones para drones en los próximos años”. Diez equipos diferentes de empresarios tendrán ahora la oportunidad de expandir las operaciones de los drones bajo la supervisión de las autoridades estatales y locales que trabajan en conjunto con la FAA y el DOT (Department of Transport).

El futuro de los drones es prometedor, dicen los tres expertos. Puede que nos lleve un tiempo llegar allí. Es posible que la tecnología de los drones no esté disponible de forma inmediata o generalizada hasta dentro de unos años. Pero está llegando – y cuando llegue transformará completamente la sociedad.

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