El problema de la escasez y stock disponible de los RUTs en Chile
Santiago, Chile. 23 abril, 2018. Una vieja parábola india habla de un grupo de ciegos que enfrentan por primera vez un elefante. Cada uno de los ciegos (dentro de lo que pueden percibir y tocar) saca sus propias conclusiones sobre qué es el elefante. El que toma una pierna dice “es una gran palmera”, el que toma la cola dice “es una cuerda larga”, el que toca un colmillo dice “es una gran lanza afilada”, el que toca la trompa “es una gran rama de árbol”.
En Chile tenemos un gran elefante en el jardín: el problema de los RUT/RUN.
Como los ciegos, distintos grupos intentan diversas soluciones para sus problemas parciales, sin ver el todo ni colaborar en resolver el problema global. Y siendo un problema grande que nadie ve, tampoco hay liderazgo para su solución.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos OECD, ya recomendó diseñar una Estrategia Nacional de Identidad Digital. Pero estudiando con mayor profundidad este tema, el problema tiene un alcance mucho mayor que si no enfrentamos ahora, nos traerá problemas muy complejos.
Uno de los problemas es la escasez y stock disponible. El diseño del RUT/RUN en Chile tiene un buen modelo, pero fue definido a principios de los 70, en otro contexto, para un país mucho más pequeño en población y personas jurídicas. Su formato (99.999.999-D), permite una cantidad máxima de 100 millones de RUTs distintos. Para las personas naturales, el Registro Civil asigna hasta los 32 millones, mientras que, para las personas jurídicas, el SII administra de los 60 millones hacia arriba. En conclusión, RUT usado es RUT quemado, por lo cual son recursos limitados que no se pueden reutilizar. Y tarde o temprano, se van a acabar.
Con la tasa actual de asignación (por nacimientos e inmigración creciente), nos queda stock sólo para los próximos 10 años, considerando un consumo “anual” del orden de 350.000 RUNs.
Hay zonas grises intermedias con rangos que podrían mejorar el stock disponible. Pero consultando a diversas autoridades, no hay claridad respecto al modelo de administración y responsabilidades.
Otro problema es la Gobernanza. El uso del RUT/RUN es tan intensivo, que algunas industrias frente a la escasez o tiempos involucrados generan “RUTs ficticios” (ya sea en la educación para hijos de inmigrantes, en la salud para atender personas no ingresadas en los sistemas formales, en las AFPs para resolver pensiones de “trabajadores temporales, etc.) Esto genera un enorme problema de coordinación e interoperabilidad, que provoca múltiples problemas en diferentes industrias.
Ambos problemas de por sí ya requieren enfrentar el problema en forma urgente. Combinados, lo hacen crítico.
Cualquier solución para extender el “stock” de RUTs, obliga a modificar formato y características, y por ende sus usos. Esto modificará todos los procedimientos del país, con alta inversión en sistemas y modificación en todas las capas (backend, frontend, formularios) e incluso para los procedimientos basados en papel. Y si consideramos un stock disponible para 10 años, es un horizonte que ya está encima.
¿Cuál es la propuesta de solución? Aún no existe, porque primero debemos entender bien el problema.
Por ello, este tema debe ser levantado como una prioridad nacional, asignando recursos y un liderazgo claro para identificar el problema con precisión, determinar bien todas las dimensiones y actores, e identificar el impacto que deberemos enfrentar. Tal vez encontraremos una solución parche que nos dé un poco más de oxígeno, pero también debemos ser responsables en tomar definiciones de alto impacto para las generaciones futuras.
Por ahora, la urgencia es determinar bien el problema. Y de inmediato, identificar cómo lo vamos a resolver, pero entre todos.