¿Cómo nos preparamos para la transformación digital?
Santiago, Chile. 29 junio, 2018. Uno de los conceptos que ha estado presente en las decisiones corporativas durante el último año, se relaciona con DX (Transformación Digital). La Transformación Digital es una estrategia de negocios, que incluye la tecnología como medio para alcanzarla; así como también, los procesos y las personas. IDC, a través de su trabajo de investigación en los últimos cuatro años, define la Transformación Digital como un proceso continuo por el cual las organizaciones se adaptan o impulsan cambios disruptivos en su ecosistema, apalancándose en sus competencias digitales para innovar con nuevos productos, servicios y modelos de negocio capaces de converger medios físicos y digitales, así como experiencias de clientes y negocios, a la vez que mejoran la eficiencia operacional y el desempeño de la organización.
Al respecto, una institución u organización puede estar en diferentes estados de madurez. Hay cinco estados de madurez de la transformación digital identificados por IDC para calificar el grado de madurez de una organización en su camino hacia la transformación digital, los cinco niveles de madurez son: ad hoc, oportunista, repetible, administrado y optimizado.
De acuerdo con las investigaciones de IDC, para el año 2020, 40% de las 3.000 principales empresas de Latinoamérica, verá que la mayor parte de su negocio depende de su capacidad para crear productos, servicios y experiencias mejoradas digitalmente. Esto se debe a la 3a plataforma que se encuentra caracterizada por la movilidad (dispositivos móviles, redes inalámbricas de alta velocidad y aplicaciones móviles), el cloud (servicios entregados y consumidos a través de internet), el social business y el big data/analítica.
Por otra parte, las predicciones presentadas por IDC a nivel regional, apuntan a que para el siguiente año la IA (Inteligencia Artificial) estará presente en el 30% de las iniciativas de Transformación Digital en América Latina, y para 2020 el 50% de las aplicaciones empresariales comerciales utilizarán IA; más de la mitad de los consumidores interactuará con bots de soporte al cliente, y más del 40% de los nuevos robots industriales aprovechará la IA para hacer más eficiente su labor.
Para aquellas empresas o tomadores de decisiones que aún reflexionan sobre si es conveniente o adecuado ser parte de esta transformación, deben saber, primero, que esta forma de hacer negocios se viene dando desde hace algunos años en nuestro país. Fue el cambio en el consumo de los usuarios finales en diversas tecnologías lo que llevó a las empresas a desarrollar estrategias digitales para adecuarse a estas nuevas demandas; y segundo, se trata de una estrategia de negocio tanto para las grandes empresas como para las PYMEs, sobre todo en temas de ahorro y productividad. Estas últimas deben quitarse el prejuicio de no ser un tema que las afecte o el miedo de no poder implementarla.
La clave para prepararnos para esta transformación es, entonces, ser capaces de entender, atender y crecer con nuestros clientes, ya sea en modelo B2B o B2C. Este nuevo paradigma contribuye al desarrollo de la compañía, le entrega eficiencia operativa y ayuda a que el talento humano crezca y se desarrolle. Asimismo, coopera con el cuidado y la atracción de nuevos profesionales, permite mantener la lealtad de los clientes y aporta al crecimiento asociado a la innovación y el desarrollo de mejoras en productos y servicios.
Debemos dejar de pensar que la Transformación Digital es solo para un tipo de negocio o vertical. Las empresas de todos los sectores requieren estar evaluando una estrategia en esta línea, ya que de esta manera, se puede ser disruptivo en el mercado y abordar nuevas y más eficientes formas de realizar procesos y de obtener ingresos. Como también, ser cada vez más asertivos con el desarrollo del ecosistema en el cual se encuentra inserta la compañía.
En la actualidad, considerando empresas con más de 500 empleados, nuestros análisis indican que el 75% de las empresas en Chile, recién está comenzando a implementar sus estrategias de Transformación Digital, estando en los tres primeros niveles del estado de madurez, con una alta concentración de empresas en las que el liderazgo actual se basa en la protección de la operación del negocio. Es un número que llama la atención, dada la aceleración con la que se mueven los mercados y las demandas de los consumidores. El llamado entonces, es a revisar qué tan cerca o lejos estamos de asumir el desafío y prepararnos, con conciencia y recursos, para incorporar en nuestra hoja de ruta la manera en que serán realizados los negocios durante los próximos años, estableciendo las bases para construir el futuro de la compañía.