China quema sus reservas a un ritmo “insostenible”
- Intenta estabilizar el yuan pese a la salida masiva de capitales privados.
Shanghai, China. 9 febrero, 2016. Pekín continua quemando sus reservas de divisas. Según los datos publicados el domingo, las reservas en divisa extranjera de la segunda mayor economía del mundo se redujeron en US$ 99.500 millones el pasado enero. Una baja que sigue poniendo presión sobre el Banco Popular de China, que ha desembolsado US$ 770.000 millones de sus reservas desde junio de 2014. El colchón chino sigue siendo cuantioso, con US$ 3,23 billones, pero según los expertos el ritmo de gasto no es sostenible.
“Los cálculos sobre el ritmo en que se están agotando las reservas durante los últimos meses es simplemente insostenible”, explica Rajiv Biswas, economista para Asia Pacífico de IHS Global Insight. Sólo en diciembre del año pasado y enero de 2016, el Banco Popular Chino ha utilizado US$ 207.400 millones para intentar estabilizar el yuan pese a la salida masiva de capitales privados. Para Biswas, sin embargo, los US$ 3,23 billones en reservas restantes suponen todavía “una importante armadura de guerra”.
A medida que el gobierno del gigante asiático intenta estabilizar su divisa, tanto inversionistas privados domésticos como estrategas de divisas y fondos de cobertura siguen proyectando más caídas para el yuan. La situación ha generado un pánico a nivel global a medida que la fuga de capitales ha seguido escalando desde comienzos del año pasado. Muchos expertos apuntan que el Banco Popular de China se verá obligado a capitular una vez que la reducción en sus reservas sea significativa. Recordemos que en junio de 2014, las reservas chinas alcanzaron un máximo de US$ 4 billones.
En estos momentos, Pekín se encuentra entre la espada y la pared. Las opciones son limitadas ya que bien opta por seguir quemando munición o se enfrenta a un reajuste de su divisa que podría desestabilizar al país y contagiar al resto de las divisas. “Una mayor devaluación del yuan sigue siendo uno de los mayores riesgos a la baja para la economía global en 2016, a través de un contagio al mercado global de divisas”, estima el experto de IHS.
En dicho escenario, donde el Banco Popular chino optaría por una rápida devaluación de su divisa, el mercado de deuda corporativa del país podría sufrir un importante shock, ya que las compañías no financieras cuentan con un alto nivel de deuda, de aproximadamente US$ 1,2 billones. “La combinación de un crecimiento moderado, el exceso de capacidad en algunas industrias y una posible devaluación del yuan frente al dólar pondrá contra las cuerdas a las empresas chinas, algo que podría incrementar el número de quiebras en 2016”, apunta Biswas.