China implementará un sistema de puntaje ciudadano basado en la confiabilidad
- El gobierno quiere instaurar un sistema de ‘puntos sociales’ con el que juzgará a sus ciudadanos.
Pekin, China. 2 noviembre, 2017. Un capitulo de la serie ‘Black Mirror’, nos planteaba una sociedad basada en calificaciones personales que resultan de la interacción con otras personas. La idea es que todos tratan de actuar “bien” para tener una calificación alta, ya que el tener un puntaje por debajo del promedio provocaba que sean catalogados como ciudadanos de segunda clase, una especie de rechazados sociales a quienes se les sanciona de muchas formas. Pues al parecer en China están por implementar un sistema muy similar.
En absoluto secreto, el gobierno chino ya puso en marcha el mayor programa de vigilancia ciudadana que se haya conocido hasta el momento. Se llama SCS (Sistema de Crédito Social) y será para calificar a más de 1000 millones de ciudadanos en base a una sistema de puntos elaborado a partir de millones de datos digitales (Big Data) que proveerán empresas privadas de ese país. Esos datos trazan un perfil digital del ciudadano donde se monitorean desde sus comportamientos sociales y morales hasta políticos y financieros.
Hasta ahora son ocho las empresas elegidas por el gobierno chino para que aporten todo tipo de datos digitales. Estas compañías son especialistas en la recolección y el análisis de Big Data. Al menos dos de ellas pertenecen al grupo Tencent, que lidera el empresario Jack Ma y propietario de Alibaba (el gigante de comercio electrónico) y WeChat (que reúne a más de 850 millones de usuarios). Otras dos empresas son China Rapid Finance y Sesame Credit (pertenece a Alibaba), que vende seguros y otorga préstamos sociales a personas y PYMEs.
El Grupo Tencent también maneja AliPay, la empresa de pagos tipo Paypal que los usuarios usan para comprar online en el sitio pero también en comercios, taxis, cines etc e incluso para transferir plata entre personas.
Sesame Credit también se asoció con otras plataformas de datos, como Didi Chuxing, la compañía de transporte que compró las operaciones de Uber en China y Baihe, el mayor sitio de búsqueda de parejas chino.
Si se rompe la confianza habrá consecuencias
Contrario a lo que muchos de nosotros podríamos pensar, la mayoría de los ciudadanos chinos están de acuerdo con esta nueva medida, ya que hoy en día no existe un sistema que lleve el registro crediticio de cada persona en el país, ocasionado que, por ejemplo, muchos no posean siquiera una tarjeta de crédito.
Sesame Credit determina la puntuación de cada persona de acuerdo a una serie de factores, los cuales pasan por un algoritmo que determina el tipo de persona que está solicitando el crédito. Entre la información que se recolecta están las multas de tránsito, el pago puntual de impuestos y el tipo de compras que hace habitualmente, ya sea en línea o de forma física. Con toda esta información, el sistema podrá decir si se trata de un ciudadano inactivo en caso de que sólo compre videojuegos, o si se trata de un padre de familia responsable si en sus compras sobresalen los pañales y la comida para bebés. “Si alguien juega videojuegos durante diez horas por día, por ejemplo, sería considerado una persona un poco vaga”, dijo Li Yingyun, el director tecnológico de Sesame Credit.
Quienes obtengan un puntaje alto tendrán beneficios como el poder arrendar bicicletas o autos sin tener que dejar un depósito, o acceder a filas preferenciales en tiendas, bancos y hospitales. Incluso Sesame Credit ofrece la posibilidad de que cada ciudadano pueda mostrar su ranking en redes sociales y así demostrar que se trata de alguien de confianza.
Muchos usuarios ya presumen de su alta puntuación en Weibo (el Twitter chino) o en el sitio de citas online Baihe, donde a más puntaje, mejor es la confianza del usuario que quiera conseguir una pareja.
Por el momento, al ser un sistema a prueba, no hay sanciones concretas para los que tienen pocos puntos pero Hu Tao, gerente general de Sesame Credit, comentó que el sistema está diseñado para que en un futuro, “las personas poco confiables no puedan arrendar un auto, ni pedir dinero prestado y directamente, ni siquiera puedan encontrar trabajo”. Por eso en Sesame Credit ya ofrecen consejos para ayudar a aquellos usuarios con poco puntaje a mejorar su calificación y advierten sobre los “inconvenientes” de tener amistades con personas que tienen pocos puntos.
El sistema general de confiabilidad que piensa implementar el gobierno chino ha estado en planificación desde 2015. El pasado mes de septiembre de 2016 se publicó el primer borrador de este proyecto, donde lo más impresionante es que se podían ver las sanciones aplicables a aquellos que “rompieran la confianza social”, sanciones que nos recuerdan mucho a aquel capítulo de ‘Black Mirror’:
- No será considerado para un cargo público.
- Perderá acceso a la seguridad social.
- Será revisado a fondo por su paso por la aduana china.
- Será excluido de puestos de alto nivel en el sector de alimentos y medicamentos.
- No podrá tener acceso a una cama en los trenes nocturnos.
- Será excluido de hoteles y restaurantes con estrellas más altas y será rechazado por las agencias de viajes.
- Sus hijos no podrán ingresar a escuelas privadas más caras.
Aquellos que, por ejemplo, incumplan el pago de un préstamo, adquieran deudas, hagan fraudes, se hagan acreedores a multas de tránsito e incluso expresen opiniones en contra del gobierno ya sea en redes sociales o en sitios públicos, serán sancionados con una baja en su puntaje, lo que al final los podría catalogará como “personas no confiables”.
Millones de personas ya se anotaron en el plan voluntario de puntuación en Alibaba a cambio de diferentes tipos de recompensas, privilegios y premios. Un sistema de control social y vigilancia masivo pero camuflado de un típico plan de fidelización. Con 600 puntos se puede sacar un préstamo de hasta 500.000 yuanes para compras online en alguno de los sitios del grupo Tencent o arrendar un auto sin dejar depósito, hacer el check-in en el aeropuerto de Beijing sin hacer fila, etc.
Hasta el momento no hay una fecha definida para la implementación de este sistema de confiabilidad ciudadana, pero se estima que durante 2018 se elegirán las mejores plataformas privadas para ampliar su alcance y hacerlo algo obligatorio. Y que, para 2020, estará lista una enorme base de datos con información personal de todos sus habitantes para establecer un sistema de ‘puntos sociales’.
Esta medida se sumará a la serie de proyectos que ha ido implementado el gobierno chino para mantener el control del país, donde ahora mismo se exige a los ciudadanos el tener una aplicación de vigilancia en sus teléfonos y el ser espiados durante las 24 horas del día a través de más de 20 millones de cámaras equipadas con inteligencia artificial.
La Fundación Americana de la Unión de las Libertades Civiles (ACLU) de EE.UU. publicó un informe alertando de que el sistema de puntuación de calificaciones gubernamentales a los ciudadanos de China sería una advertencia muy seria para los ciudadanos estadounidenses. La razón es obvia: vivimos en un mundo global interconectado en tiempo real y los usuarios del resto el planeta que realizarán compras o interacción conectada con el internet chino también podrían ser monitorizados y calificados igualmente.
Y lo mismo podría ocurrir con las empresas, ya que los datos comerciales corporativos de las transacciones que alimentan el score de puntación de cada ciudadano, podrían usarse de forma evidente para que las empresas fueran calificadas, según sea su comportamiento a criterio de los baremos de organismos oficiales chinos.
Una idea inquietante que subyace en todo ello es que, tal como afirmó el columnista Samuel Osborne del diario Independent, “China ha hecho de la obediencia al Estado un juego”, con un sistema de recompensas y de reprobaciones. Conectar directamente consumo y comercio con conducta ciudadana y política es para la ACLU “una erosión a la libertad individual” y, probablemente, también para la libertad empresarial en el mercado abierto mundial.
Impresionante hacia donde se dirige no solo China, sino todo el mundo.